sábado, 13 de julio de 2013

No hay que morir por el otro, sino vivir para disfrutar juntos



Nos queda el valor de la suma, del uno + uno, quienes desde nuestro lugar de vida, de trabajo y de acuerdo a nuestros recursos, aportemos ideas que contribuyan para diseñar creativas e innovadoras acciones de protesta que aceleren el cambio - See more at: http://www.codigovenezuela.com/2013/07/opinion/graciela-pantin/no-hay-que-morir-por-el-otro-sino-vivir-para-disfrutar-juntos-por-gracielapantin#sthash.zoCFUdpS.dpuf

Nos queda el valor de la suma, del uno + uno, quienes desde nuestro lugar de vida, de trabajo y de acuerdo a nuestros recursos, aportemos ideas que contribuyan para diseñar creativas e innovadoras acciones de protesta que aceleren el cambio - See more at: http://www.codigovenezuela.com/2013/07/opinion/graciela-pantin/no-hay-que-morir-por-el-otro-sino-vivir-para-disfrutar-juntos-por-gracielapantin#sthash.zoCFUdpS.dpuf
Cada ser humano ve la realidad y se relaciona con ella de manera diferente. Esto dependerá, entre otros factores, de los diversos círculos que conforman su entorno socio histórico, su habitat, su biografía y los enlaces que entre se conformen. 
Para comprendernos y comprender lo que nos sucede en Venezuela entre esas miles de millones de conexiones posibles,  es necesario conocer y deletrear todos los cambios que pasan de un circulo a otro y nos condicionan afectándonos de diferentes maneras.
Así no solo podremos entender nuestra  propia experiencia y asumir nuestro destino ubicándonos asertivamente en el espacio y las circunstancias socio históricas donde vivimos, sino también actuar sobre él.
Estimular el desarrollo y la comunicación de las reflexiones  de muchos sobre el posicionamiento frente a la realidad   enriquecerá el panorama colectivo  y  facilitará  la generación de ideas para diseñar estrategias de acción  a fin de  superar la actual situación de desfallecimiento moral, cívico y  financiero que agobia a Venezuela. 
Nuestros tiempos están siendo tiempos de desconfianza e incredulidad, las cuales propician el desaliento, dificultando el avance de la razón para la comprensión de esa realidad y la sensibilidad para actuar sobre ella. 


Estamos viviendo tiempos de alta convulsión materializados en  hechos  y sucesos que, tanto por su rápida sucesión, como por su inmediatez, se dificulta su procesamiento. Entre ellos y la coyuntura afloran entremezclados  sucesivos sentimientos de confusión, desconfianza, rabia, culpa, dolor, miedo,  ansiedad y depresión. 
En lugar de ver los problemas y actuar sobre ellos, en lugar de evaluar los retos y valorarlos, se está propagando una turbia sensación de derrota, de aplastamiento ante la realidad que nos encierra en un túnel sin salida.
Hoy los cambios de circuitos de información, las decisiones transversas en el campo político, la violencia que amenaza y actúa en cualquier instancia temporal o física, las desconexiones producidas por la invasión de la privacidad, la falta de ordenamiento jurídico institucional, el desabastecimiento y el agotamiento de fuentes de producción, la acelerada velocidad de  cambios  de normativas burocráticas y los erráticos destinos del uso de fondos públicos, hacen que sea aún más difícil ubicarse frente a la solución del mapa situacional de nuestro país. 
Hace algunos años un sabio compañero en la Junta Directiva de Fundación Empresas Polar me alertó: “Graciela, no puedes detener un tsunami con un dedo”. Frase que no ha dejado de acompañarme en mis reflexiones acerca de nuestra situación en el país. 

Una reacción clara y cierta ante esta  apabullante coyuntura es  compartir el conocimiento , estimulando el acceso y ámbito de cobertura  de las redes sociales, el surgimiento de revistas digitales, blogs, páginas web, a manera de generar espacios para la expresión y comunicación ciudadana donde participen   cada vez más personas exponiendo sus versiones, apreciaciones, conclusiones y opiniones acerca de esta realidad que compartimos. 
Y de esta variedad de formas de expresión mediática surgirán una variedad de interpretaciones que alumbrarán el camino hacia su comprensión y reposición de autoridades políticas  legítimas, transparentes, justas y equitativo que conducirán el país hacia su recuperación.
Nos queda el valor de la suma, del uno + uno,  quienes desde nuestro lugar de vida, de trabajo y de acuerdo a nuestros recursos, aportemos ideas que contribuyan para diseñar creativas e innovadoras  acciones de protesta que aceleren el cambio.

Mi dedo contra el tsunami, teñido en tinta azul, se ha sumado a los más de 7 millones de dedos y sera así como podremos ir levantando una barrera contra este gobierno.
Cada ser humano ve la realidad y se relaciona con ella de manera diferente. Esto dependerá, entre otros factores, de los diversos círculos que conforman su entorno socio histórico, su hábitat, su biografía y los enlaces que entre sí conformen.
Para comprendernos y comprender lo que nos sucede en Venezuela entre esas miles de millones de conexiones posibles, es necesario conocer y deletrear todos los cambios que pasan de un círculo a otro y que nos condicionan afectándonos de diferentes maneras.
Así no solo podremos entender nuestra propia experiencia y asumir nuestro destino, ubicándonos asertivamente en el espacio y las circunstancias socio históricas donde vivimos, sino también actuar sobre él.
Estimular el desarrollo y la comunicación de las reflexiones de muchos sobre el posicionamiento frente a la realidad, enriquecerá el panorama colectivo y facilitará la generación de ideas para diseñar estrategias de acción a fin de superar la actual situación de desfallecimiento moral, cívico y financiero que agobia a Venezuela.

"Nuestros tiempos están siendo tiempos de desconfianza e incredibilidad, las cuales propician el desaliento"
Nuestros tiempos están siendo tiempos de desconfianza e incredibilidad, las cuales propician el desaliento, dificultando el avance de la razón para la comprensión de esa realidad y la sensibilidad para actuar sobre ella.
Estamos viviendo tiempos de alta convulsión materializados en hechos y sucesos que, tanto por su rápida sucesión, como por su inmediatez, se dificulta su procesamiento. Entre ellos y la coyuntura afloran entre mezclados sucesivos sentimientos de confusión, desconfianza, rabia, culpa, dolor, miedo, ansiedad y depresión.
En lugar de ver los problemas y actuar sobre ellos, en lugar de evaluar los retos y valorarlos, se está propagando una turbia sensación de derrota, de aplastamiento ante la realidad que nos encierra en un túnel sin salida.
Hoy los cambios de circuitos de información, las decisiones transversas en el campo político, la violencia que amenaza y actúa en cualquier instancia temporal o física, las desconexiones producidas por la invasión de la privacidad, la falta de ordenamiento jurídico institucional, el desabastecimiento y el agotamiento de fuentes de producción, la acelerada velocidad de cambios de normativas burocráticas y los erráticos destinos del uso de fondos públicos , hacen que sea aún más difícil ubicarse frente a la solución del mapa situacional de nuestro país.
Hace algunos años un sabio compañero en la Junta Directiva de Fundación Empresas Polar me alertó: “Graciela, no puedes detener un tsunami con un dedo”. Frase que no ha dejado de acompañarme en mis reflexiones acerca de nuestra situación en el país.
Una reacción clara y cierta ante esta apabullante coyuntura es compartir el conocimiento , estimulando el acceso y ámbito de cobertura de las redes sociales, el surgimiento de revistas digitales, blogs, páginas web, a manera de generar espacios para la expresión y comunicación ciudadana donde participen cada vez más personas exponiendo sus versiones, apreciaciones, conclusiones y opiniones acerca de esta realidad que compartimos.
Y de esta variedad de formas de expresión mediática surgirán una variedad de interpretaciones que alumbrarán el camino hacia su comprensión y reposición de autoridades políticas, legítimas, transparentes, justas y equitativas que conducirán el país hacia su recuperación.
Nos queda el valor de la suma, del uno + uno, quienes desde nuestro lugar de vida, de trabajo y de acuerdo a nuestros recursos, aportemos ideas que contribuyan para diseñar creativas e innovadoras acciones de protesta que aceleren el cambio.

"Nos queda el valor de la suma, del uno + uno ...que aceleren el cambio"
Mi dedo contra el tsunami, teñido en tinta azul, se ha sumado a los más de 7 millones de dedos y será así como podremos ir levantando una barrera contra este gobierno.
GRACIELA PANTIN | @CodigoVenezuela

CodigoVenezuela.com es un medio de comunicación abierto y tolerante ante todas las corrientes del pensamiento y tendencias políticas siempre que sean respetuosas de la Ley y de los valores democráticos; CodigoVenezuela.com no necesariamente comparte las opiniones expresadas por sus colaboradores y columnistas, éstas son entera responsabilidad de sus autores.

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Cada ser humano ve la realidad y se relaciona con ella de manera diferente. Esto dependerá, entre otros factores, de los diversos círculos que conforman su entorno socio histórico, su hábitat, su biografía y los enlaces que entre sí conformen.
Para comprendernos y comprender lo que nos sucede en Venezuela entre esas miles de millones de conexiones posibles, es necesario conocer y deletrear todos los cambios que pasan de un círculo a otro y que nos condicionan afectándonos de diferentes maneras.
Así no solo podremos entender nuestra propia experiencia y asumir nuestro destino, ubicándonos asertivamente en el espacio y las circunstancias socio históricas donde vivimos, sino también actuar sobre él.
Estimular el desarrollo y la comunicación de las reflexiones de muchos sobre el posicionamiento frente a la realidad, enriquecerá el panorama colectivo y facilitará la generación de ideas para diseñar estrategias de acción a fin de superar la actual situación de desfallecimiento moral, cívico y financiero que agobia a Venezuela.

"Nuestros tiempos están siendo tiempos de desconfianza e incredibilidad, las cuales propician el desaliento"
Nuestros tiempos están siendo tiempos de desconfianza e incredibilidad, las cuales propician el desaliento, dificultando el avance de la razón para la comprensión de esa realidad y la sensibilidad para actuar sobre ella.
Estamos viviendo tiempos de alta convulsión materializados en hechos y sucesos que, tanto por su rápida sucesión, como por su inmediatez, se dificulta su procesamiento. Entre ellos y la coyuntura afloran entre mezclados sucesivos sentimientos de confusión, desconfianza, rabia, culpa, dolor, miedo, ansiedad y depresión.
En lugar de ver los problemas y actuar sobre ellos, en lugar de evaluar los retos y valorarlos, se está propagando una turbia sensación de derrota, de aplastamiento ante la realidad que nos encierra en un túnel sin salida.
Hoy los cambios de circuitos de información, las decisiones transversas en el campo político, la violencia que amenaza y actúa en cualquier instancia temporal o física, las desconexiones producidas por la invasión de la privacidad, la falta de ordenamiento jurídico institucional, el desabastecimiento y el agotamiento de fuentes de producción, la acelerada velocidad de cambios de normativas burocráticas y los erráticos destinos del uso de fondos públicos , hacen que sea aún más difícil ubicarse frente a la solución del mapa situacional de nuestro país.
Hace algunos años un sabio compañero en la Junta Directiva de Fundación Empresas Polar me alertó: “Graciela, no puedes detener un tsunami con un dedo”. Frase que no ha dejado de acompañarme en mis reflexiones acerca de nuestra situación en el país.
Una reacción clara y cierta ante esta apabullante coyuntura es compartir el conocimiento , estimulando el acceso y ámbito de cobertura de las redes sociales, el surgimiento de revistas digitales, blogs, páginas web, a manera de generar espacios para la expresión y comunicación ciudadana donde participen cada vez más personas exponiendo sus versiones, apreciaciones, conclusiones y opiniones acerca de esta realidad que compartimos.
Y de esta variedad de formas de expresión mediática surgirán una variedad de interpretaciones que alumbrarán el camino hacia su comprensión y reposición de autoridades políticas, legítimas, transparentes, justas y equitativas que conducirán el país hacia su recuperación.
Nos queda el valor de la suma, del uno + uno, quienes desde nuestro lugar de vida, de trabajo y de acuerdo a nuestros recursos, aportemos ideas que contribuyan para diseñar creativas e innovadoras acciones de protesta que aceleren el cambio.

"Nos queda el valor de la suma, del uno + uno ...que aceleren el cambio"
Mi dedo contra el tsunami, teñido en tinta azul, se ha sumado a los más de 7 millones de dedos y será así como podremos ir levantando una barrera contra este gobierno.
GRACIELA PANTIN | @CodigoVenezuela

CodigoVenezuela.com es un medio de comunicación abierto y tolerante ante todas las corrientes del pensamiento y tendencias políticas siempre que sean respetuosas de la Ley y de los valores democráticos; CodigoVenezuela.com no necesariamente comparte las opiniones expresadas por sus colaboradores y columnistas, éstas son entera responsabilidad de sus autores.

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