miércoles, 27 de junio de 2012

"La sociedad del espectáculo", 45 años después

Un teórico marxista criticaba en 1987, lo que los socialistas del s. XXI han estado  aplicando.



Guy Debord publicó, pocos meses antes del Mayo’68, su obra considerada como el detonante de ese proceso: “La sociedad del espectáculo”. Allí denunciaba lo que caracterizó como un espectacular sistema de dominación a la sociedad.

Veinte años después Debord publica un libro de pequeño formato, 89 páginas: “Comentarios sobre la sociedad del espectáculo” . En él revisa y actualiza su posicionamiento original.

Comentarista crítico de su época, cineasta, escritor y productor fílmico, expresa sus diferencias tanto con el Capitalismo como con el Comunismo.

El librito de Guy Debord, en su versión inglesa está coincidencialmente editado en 1998 por la firma Verso, que es la imprenta de la editorial ‘Libros de La Nueva Izquierda’ ( New Left Books).

Resulta interesante revisarlo para que, al contemporizar su pensamiento, reubiquemos sus análisis y afirmaciones frente a la realidad contemporánea.

En nuestro caso encontramos que aquello que denuncia, que adversa tanto en el gobierno como en el uso de los medios, coincide fuertemente con las medidas que hoy en Venezuela, impone un sistema político que se autocalifica como socialista, nada menos que del s. XXI.

Debord critica fuertemente al mismo sistema de dominación que el Presidente de Venezuela y su equipo han escogido: penetrar, diariamente y por todos los medios, la mente y el pensar de los ciudadanos, imponiendo su presencia invasiva. Al igual que el secretismo generalizado, las mentiras sin respuestas, la falsificación de la producción de conocimiento y la manipulación de la historia . Con esta última, los eventos contemporáneos se convierten en la memoria rota, con un toque de fantasía de imposible verificación estadística y razonamiento sostenible.

El espectáculo, para Debord es una relación social entre las gentes, mediada por las imágenes donde éstas se convierten en un mecanismo de control. Es el espacio donde convergen el consumismo y el culto a la personalidad, donde la historia se evapora en una turbia atmósfera, el terrorismo ocupa las pantallas y las relaciones mafiosas prevalecen en las acciones de gobierno.

Lo que él le criticaba a la sociedad del consumo, del espectáculo, es justamente lo que nuestra supuesta ‘izquierda/socialista’ ha estado ejecutando desde hace más de 13 años.

La presión por hacer desaparecer la memoria, el culto a la personalidad, la oda al posicionamiento público y la abolición del disenso, han caracterizado esta gestión oficialista.

La habilidad del Presidente para manipular la realidad, destruir las reputaciones de las personalidades, controlar la información difundiendo su versión masivamente a través de los medios oficiales, coincide con las denuncias del sistema del espectáculo de Debord.

Además, en este sistema espectacular basta solo que durante un tiempo se silencie un tema, una promesa, un crimen, una investigación, el engaño a una comunidad, para que esto deje de existir.

Como afirmó Debord: “Serán sus hechos quienes los juzguen, no sus enemigos”.


miércoles, 20 de junio de 2012

SIMIOS Y GOBERNANTES La naturaleza del liderazgo político



Acceder al poder.  Tener poder.  Mantener el poder. Poder para hacer lo que se desea y hacer que otros hagan lo que uno quiere, parece ser una característica común entre los seres humanos.
El poder seduce, encanta,  se defiende y se trata de mantener. Es tan común su presencia como muchos los siglos que han transcurrido desde sus primeros estudios y  publicaciones acerca de sus orígenes y  características .
Entre ellos está el de un psiquiatra norteamericano, Arnold M. Ludwig , “The King of the Mountain” quien estudió , durante 18 años , la naturaleza del liderazgo político.*
Para ello  investigó a gobernantes del s. XX  y sus relaciones con los gobernados. 
Ludwig se interesa más en la naturaleza de las relaciones humanas,  que en las formas de gobierno y su funcionamiento.
Define, desde las primeras páginas, lo particular de su hipótesis: reconoce la influencia del componente biológico en el comportamiento de estos líderes. A partir de ahí, analiza sus vidas, compara sus personalidades, sus carreras profesionales y salud mental .
El  hecho de pertenecer al reino animal, a la clase mamíferos, al orden primates, a la familia de homínidos y  la especie sapiens, hace que el homo sapiens comparta ciertas características conductuales con otros primates y por lo tanto es factible que  en ocasiones, el comportamiento  humano sea similar al de  los simios.
Arnold Ludwig, en su acucioso estudio de los líderes políticos del mundo ,  identifica correlaciones  que apuntan a la presencia de características conductuales coincidentes entre ellos y, entre ellos y los primates.
Trabaja con un listado de 1.941 mandatarios, de 199 países.
Sobre  377 de ellos encontró extensa información biográfica lo cual le permitió elaborar  sus conclusiones.
Es curioso que las dos más altas frecuencias en cuanto a su ubicación regional, están en  Europa con el  29% y America Latina y el Caribe con el 12,9%.  De Venezuela incluye a  Gómez, Castro, Pérez Jiménez, y Betancourt.
A lo largo de los capítulos se cruzan las comparaciones entre el ‘hombre gobernante’ con las de sus familiares primates, los orangutanes, gorilas , monos,  en cuanto al ejercicio del liderazgo y del poder grupal.
Elabora un marco clasificatorio de los gobernantes de acuerdo al  tipo de personalidad, historia familiar, forma de ejercer el poder político y el ejercicio del dominio sobre los demás.
Así,  diseña un cuadro comparativo que los ordena en: monarcas , tiranos , autoritarios , visionarios , transicionales  y  demócratas.
En la columna de los Tiranos, enumera algunas de sus características: la autoridad del mandatario está sustentada en el soporte de los militares; los decretos y edictos son implementados por la fuerza ; frecuentes demostraciones de crueldad, injusticias y corrupción ; gobierna sin una base ideológica.
Además enumera algunas señas particulares de su sistema de gobierno: las palabras no siempre significan lo que expresan; la Constitución son solo palabras escritas en unas hojas de papel; lo malo puede ser bueno y lo bueno puede ser malo ; los mandatarios ‘legales’ no son siempre los mandatarios verdaderos ; en todas las reglas hay excepciones y todas las excepciones poseen sus reglas.
Reconoce que el poder político  es un espacio eminentemente masculino, y los ejemplares que lo detentan tienden  a desconfiar de todos, a sentirse perseguidos, amenazados y expuestos a la muerte.
Según sus investigaciones  la presencia de mujeres como líderes del poder político ocupa el 1.4% de los casos estudiados y  su legitimidad al acceso del liderazgo político ha estado  sustentada en el ser  ‘hija de’, o ‘esposa de’, o ‘viuda de’.
Lástima que Ludwig solo llevó sus datos hasta el año 2000. Si hubiese tenido mejor sentido de la oportunidad o instinto ”político”,  lo hubiese extendido un poco más, encontrándose con un “bocatto di cardinale” venezolano.
A pesar que sus suposiciones son un tanto arriesgadas y  a veces especulativas, aporta aciertos que sustenta al final del libro, en apéndices y ricas notas con correlaciones,  frecuencias estadísticas, bases de datos y soportes documentales.
Las razones del porqué comparto su lectura, son obvias. Cualquier parecido con nuestra realidad no es pura coincidencia.
* “King of the Mountain” Arnold M. Ludwig. The University Press of Kentucky.2002

miércoles, 13 de junio de 2012

Segun el nuevo director del Museo de Bellas Artes: "El museo debe tener un corte político"



Al leer la entrevista que Dubraska Falcón le hizo a Rubén Witsotzki, la llamé para saber más de lo que aparecía en la página de El Universal.*

En sus pocas líneas  el material era importante, pero sentí que había más de lo reproducido. 

Sobre todo, tratándose de Rubén quién ocupa desde hace 17 meses, la Dirección del MBA.
 
Witsotzky es periodista, con larga experiencia en los medios y fuentes culturales y, desde  hace más de una década, con el régimen chavista, ha sido responsable de la dirección de varias instituciones culturales.

Por lo tanto, esperaba mucho de la opinión y sobre todo de la visión que Rubén tuviese del Museo de Bellas Artes. Con un tiempo suficiente en su dirección y con rica experiencia anterior, no solo en esta década de gobierno sino en las anteriores, debía saber a qué se enfrentaba y cómo resolverlo.

Sin embargo, me quedé con ganas de conocer más. Lo que leí me pareció surgir de un mar profundo de contradicciones.

Con el respeto de una amistad de largos años profesionales, pregunté a Dubraska si hubo algo que se quedó en el tintero:

-Me pareció que RW dio una entrevista sincera. No hubo respuestas preparadas. El cree en las palabras que me dijo, quiere llenar el Museo de Bellas Artes a como de lugar, aunque sea con una exposición de réplicas. Eso lo dejó claro.
Entre líneas se percibe al RW que toma  distancia de la actual penosa situación museística. No se responsabiliza por lo hecho en estos recientes 13 años,  y  con la excusa evasiva de culpabilizar “al gobierno anterior”, se distancia  tanto de los previos directores del MBA, como de los  responsables  de otros museos nacionales.
-Ahí hay un tema, aclara Dubraska, ¿ Qué le estamos dando al público en los museos? ¿Una exposición de réplicas?¿ Es ese el camino para compensar la pérdida de público en los museos? RW me dijo que no sabe que va a pasar después de Tutankamon. Pero la “línea” es llenar el museo. Sigue preocupándole  que las exposiciones duren tanto tiempo en sala. “Arte\Político”  lleva ya 4 meses.
                                                                  Expo.Tutankamón en el MBA .Caracas
Y lo que sí se confirma en la entrevista, es  el rol que este gobierno le ha asignado a los museos:  el ser un instrumento político.
-Reconoció muchos errores, que quizás no lo involucraban directamente a él. Pero dejó de lado que, además de las disputas políticas, estamos hablando  que los museos han sido mal manejados. En ellos ha habido mucha mala práctica por parte de quienes trazan las líneas culturales.
Se define como un “conserje” porque se ha tenido que ocupar de las goteras y del jardín,  y como un funcionario  que pregunta, que espera “líneas”, que evade enfrentarse a los problemas cruciales de la gestión de los museos: defender la autonomía programática, erradicar la centralización, la politización ideológica y administrativa, superar la falta de apoyo presupuestario, el abandono de la colección, los escasos apoyos didácticos y la pérdida del personal especializado.
Dubraska agrega:
-Me comentó, que por falta de espacio quedó por fuera, que muchas embajadas han acudido al MBA para presentar ahí exposiciones. A RW le gusta esa idea. Aún no están planeadas exposiciones individuales.
En  las respuestas de Rubén se asoma  el fin del régimen: ”Aquí hay artistas que piensan que hasta que no se acabe este proceso político ellos no van a entrar a los museos.”
Y se reitera el asunto de la subordinación de los criterios artísticos  a los intereses políticos.
Dubraska lo ilustra bien:
-Por último, queda en evidencia que aunque Farruco ya no es Ministro de Cultura,  tiene influencias en la cartera.
RW sabe. Sabe de logros y fracasos, sabe de aportes y servicios, sabe de retos y dificultades,  de abandonos y de pérdidas de oportunidad y sobre todo, de daños al patrimonio.
Los criticó y cuando tuvo oportunidad, no los solucionó.
Es por eso que ahora debe ser  consecuente  y  conformarse con exhibir reproducciones.
*http://www.eluniversal.com/arte-y-entretenimiento/120611/ruben-wisotzki-el-museo-debe-tener-un-corte-politico#.T9YJK2wsko4.twitter

miércoles, 6 de junio de 2012

Un libro: The Gift. Un regalo: el arte




Antes de iniciar el Posgrado, en NYU  recibí como regalo de mi Tutor, Dale McConathy,  el libro ‘The Gift ‘ por Lewis Hyde. En su dedicatoria decía que allí encontraría el sentido de la profesión en la cual me quería especializar.

Desde entonces siempre lo tuve al alcance, no importa donde estuviese, estaba allí, muy cerca. Hasta que un día, al prestarlo a un colega, el libro tomó su propio camino y más nunca volvió a mis manos.
Hace poco, casi  30 años después, andando entre librerías, registrando los estantes donde ubican a las ediciones difíciles de encasillar, ¡lo vi!.
Era la edición aniversario de los 25 años de aquella primera que recibí como regalo  cuando estudiaba.
Feliz con este reencuentro, volví a repasar sus páginas y constatar que, después de muchas experiencias en mi trabajo, McConathy y Hyde tenían razón. 
"El artista se conecta con parte de nuestro ser, su obra es un regalo, una ofrenda, y no solo una adquisición…y al ser así su permanencia será perdurable “ Joseph Conrad.
Con esta cita Lewis Hyde encabeza su Introducción, la cual concluye reconociendo que hay regalos que oprimen, regalos que manipulan o humillan, regalos que establecen o mantienen jerarquías,  pero el que le interesa es aquel que anhelamos. El regalo que habla imperativamente a nuestra alma, que nos conmueve de una manera  irresistible y que libremente, lo continuamos circulando.
En los primeros capítulos hace un recuento socio antropológico, sobre culturas aborígenes de diferentes continentes,  cuentos populares europeos y norteamericanos,  en los cuales aflora el espíritu del regalo, del intercambio, del compartir, del circular los bienes con un mensaje de comunidad, de patrimonio, de gratuidad. 
Insiste en la importancia de la reciprocidad, lo cual ilustra con relatos de experiencias con tribus y comunidades indígenas, entretejidas con citas de  cuentos de hadas y tradiciones  del norte de Europa. En ese paneo etnográfico va resaltando patrones donde  a través del intercambio y la circulación de ofrendas,  como se extiende la vida y  se fortalecen las comunidades.
La segunda parte del libro se centra en el “regalo” de lo estético, el don del artista al expresar su espíritu creativo. De las letras a la plástica, Hyde explica: “La obra de arte es una cópula, un lazo, un enlace, a través del cual lo múltiple se teje en lo  único”. 
Los artistas al crear ofrendan, comparten su don. Sus obras, al circular, se convierten en aportes que construyen redes vinculantes, que retroalimentan a los grupos consolidando lazos de confianza que al final retornan  a quien ha creado ese bien.
Un regalo que no puede ser regalado deja de ser un regalo. El verdadero espíritu del dar del ofrecer, se sostiene vivo por las sucesivas donaciones. 
Ubica el origen de la obra de arte  cerca de la invocación .  Y mientras que la circulación de su regalo no sea frenada y su  espíritu creativo se mantenga alejado de las fuerzas económicas, el artista aportará un bien único que consolida los lazos entre los humanos y retornará generosamente a quien lo crea.
En el  Epílogo especialmente escrito para este 25avo aniversario, Hyde explica  las fuerzas que han intervenido y porqué, en el actual sistema de apoyo a las artes en los Estados Unidos.
Escribo esta nota pensando en Venezuela. En los aportes que nuestros creadores hacen y pueden hacer para reafirmar a través del arte, nuestras expresiones culturales que construirán el camino hacia la unidad.