Movía nerviosamente las monedas de una mano a otra, esperando que en el devaneo, estas se multiplicasen. Las tenia bien contadas, sabía que no le alcanzarían para pagar el trago que tanto necesitaba. De todas maneras se sentó en la barra, esperó unos segundos y como dados de la suerte, los hecho apostando al doble seis. Rodaron y resbalaron hasta el bolsillo del barman quien le agradeció la propina.
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Estaba segura que la luna llena se había repetido, llevaba ya cuatro noches sin dormir y en todas se mantenía redonda y clara. Debía ser porque estaba tan cansada, y no distinguía bien. Al tiempo supo que los astrónomos del mundo reseñaron la extraña inmovilidad del astro que no había abandonado al cielo en determinadas fechas, coincidiendo estas con las noches cuando su hija había estado en coma a punto de morir.
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Siempre pasaba caminando apresuradamente frente al edificio. Era su ruta al regresar de la oficina. Sin embargo, no podía evitar ver hacia adentro de la ventana del primer piso donde reconocía la figura de una mujer delgada y elegante.
Le gustaba inventarse historias sobre ella, así se distraía durante la última parte del trayecto a casa. En su imaginación ella lo seducía, lo esperaba pasar y estaba pendiente de su diaria jornada. Sucedió que tenía varias tardes seguidas sin ver a la delgada señora que siempre le aparecía de espaldas. La primera pensó que se habría agachado a recoger algo. La siguiente tarde se dijo a si mismo que estaría en la cocina Ya la tercera se le hizo mas difícil encontrar la explicación. Eso lo motivo a detenerse un rato frente al edificio, algo que no había hecho antes. Esperando ver con más detalle, lo que sucedía tras esa ventana, se dio cuenta que durante todo ese tiempo, lo que había visto había sido el reflejo del poste de luz de la calle.
jueves, 31 de julio de 2008
martes, 29 de julio de 2008
CITA
"Ahora solo escuchaba el silbido del viento que levantaba enormes nubes de polvo.Le dolía todo el cuerpo, pero su mente iba recuperando la lucidez.Tumbada sobre el suelo no podía ver a sus perseguidores, de manera que ellos tampoco la tenían a la vista. Movió un poco el cuerpo y se palpó la espalda sin incorporarse. No tenía sangre ni heridas:la bala había pasado de largo. Casi instintivamente se apretó contra el suelo y comenzó a escavar con las dos manos. La arena estaba muy blanda, y el viento la ayudaba en la tarea. Ella misma se sorprendió de la rapidez con que había empezado a funcionar su mente.Poco a poco comenzó a cavar también con los pies,con las piernas,con todo el cuerpo. En poco minutos había hecho un hueco considerable en la arena. Se dio la vuelta,dentro del agujero, y comenzó a taparse con la tierra. Se colocó la melfa sobre la cara y fue cubriéndola también con mucha dificultad. El viento hizo el resto." ( MIRA SI YO TE QUERRÉ. Luis Leante. Alfaguara 2007. pg. 63)
sábado, 26 de julio de 2008
viernes, 25 de julio de 2008
25/7
Se empino sobre el borde de la ventana para disfrutar el desfile parsimonioso de los rosas y los azules, transparentados en los malvas chispeantes. Veía como la paleta se disolvía entre los tornasoles reflejados sobre las nubes inflamadas, que, a esa hora se convertían en ligeras danzarinas seducidas por el viento.
Ese era el panorama que decoraba, en una gran pantalla, su despedida.
No seria una mudanza más, como tantas donde había arrastrado maletas, cajones de libros y fotografías familiares. Esta vez salía liviana. Todo quedaría allí. Se iba lejos sin posibilidades de regreso. Ya no vería más el maravilloso espectáculo que cada tarde corría el telón anunciando el sueño.
Mañana, la noche la atraparía, antes del atardecer.
Ese era el panorama que decoraba, en una gran pantalla, su despedida.
No seria una mudanza más, como tantas donde había arrastrado maletas, cajones de libros y fotografías familiares. Esta vez salía liviana. Todo quedaría allí. Se iba lejos sin posibilidades de regreso. Ya no vería más el maravilloso espectáculo que cada tarde corría el telón anunciando el sueño.
Mañana, la noche la atraparía, antes del atardecer.
jueves, 24 de julio de 2008
Hacia el amor antes de cada concierto. En un intercambio de voces y silencios, sus manos de contrabajista templaban, da capo al fine, todas las fibras del cuerpo de su amante. Sus profundidades se abrían generosas entre sus dedos adiestrados. Con su arco entonaba armonías en sus ecos húmedos hasta alcanzar el allegro final. Entonces, embriagados por los olores y sabores del amor, culminaban con sus cuerpos unidos en un aplauso al deseo satisfecho.
martes, 15 de julio de 2008
De DIARIOS de Robert Musil
23 de agosto
Lavarone: el otoño atraviesa el aire, se demora un poco en los árboles. Viaje de Caldonazzo a Lavarone: grupos de árboles al sol: oscuras sombras, como pintadas a la aguada, más arriba sombras amplias, más claras, como veladas. Todo el conjunto irregularmente manchado, como cuando se aprieta un pincel sobre el papel. Un carruaje grande, viejo, incómodo; ruedas altas, marrón claro. La carretera pasa a través del vado que forma el lecho ya seco, lleno de grava, de un río. Luego sube en curvas cerradas por una pendiente muy pronunciada. (Tomo I. pg. 400)
Lavarone: el otoño atraviesa el aire, se demora un poco en los árboles. Viaje de Caldonazzo a Lavarone: grupos de árboles al sol: oscuras sombras, como pintadas a la aguada, más arriba sombras amplias, más claras, como veladas. Todo el conjunto irregularmente manchado, como cuando se aprieta un pincel sobre el papel. Un carruaje grande, viejo, incómodo; ruedas altas, marrón claro. La carretera pasa a través del vado que forma el lecho ya seco, lleno de grava, de un río. Luego sube en curvas cerradas por una pendiente muy pronunciada. (Tomo I. pg. 400)
jueves, 10 de julio de 2008
CESTERÍA INDÍGENA CONTEMPORÁNEA
martes, 1 de julio de 2008
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