PANA

Le avisaron que lo estaban buscando. Sabía que pronto le llegaría ese momento. Sus amigos habían ido cayendo de uno en uno.
Fue a la iglesia para hablar con el cura que lo conocía desde niño. Había sido su monaguillo mas eficiente, al menos así se lo decía. Al entrar, el olor lo llevo diez años atrás, haciéndolo sentir bien recibido.
Venia corriendo y estaba sudando. Se sentó en el banco de adelante para descansar un poco hasta que poder respirar normalmente. Al ratico, se paro a buscar al sacerdote, santiguándose al pasar delante del Santísimo.
Abrió la puerta. Esta chirrió como siempre, pero el ya sabia hasta donde empujarla.
No había nadie, pasó más dentro y se lo encontró leyendo.
-Padre me están buscando. Están cerca. Ayudeme. Son puras cosas de venganza de malandros.
El levanto los ojos, cerró el libro y sin hacerle preguntas, lo llevo hasta el confesionario.
Continuara...