lunes, 24 de mayo de 2010
La impronta de Sant Jordi
En Caracas, entre el 23 de abril y el 2 de mayo se celebró el II Festival de la Lectura.
La Plaza Altamira fue tomada, en esta ocasión no por los manifestantes contra el gobierno, sino por 52 participantes, entre ellos el Ministerio del Poder Popular para la Cultura(con el stand más grande), editoriales tradicionales y noveles, nacionales e internacionales, casas distribuidoras y fundaciones privadas.
Bajo la inspiración del Sant Jordi, estuvo organizada por la Cámara del libro, en su 55 aniversario, auspiciada por la Alcaldía de Chacao con la colaboración de la AECID, Embajada de España en Venezuela y múltiples co patrocinantes.
Gracias a este empuje intersectorial nucleado por el fervor al libro, por segundo año consecutivo, este centro urbano, tradicionalmente lugar de sonadas protestas y concentraciones políticas, se convirtió en un enriquecedor lugar de encuentro ciudadano.
El público visitante, no sólo pudo deambular entre las diferentes propuestas y ofertas, sino que también tuvo la oportunidad de disfrutar de una amplia y variada programación de eventos que se llevaron a cabo de manera paralela contando con lecturas, presentaciones de libros, conciertos, puestas teatrales, en fin, hasta un pabellón infantil con talleres para niños.
En Venezuela existe una tradición importante de ferias de libros y libreros. Con sus vaivenes y contradicciones, hasta la fecha se han celebrado 14 Ferias del Libro de Caracas, 5 Ferias Internacionales del Libro, además de las ferias en las universidades, de Los Andes en Mérida y de Carabobo en Valencia, que se encuentran entre las principales del interior del país.
La popularmente conocida como Plaza Altamira, es uno de los espacios caraqueños que aún mantiene su “caché” de arquitectura modernista y que, a pesar de múltiples intentos revisionistas, aún muestra orgullosa su Obelisco y su fuente de agua.
Lo importante de este evento, además del contacto con las nuevas y no tan nuevas producciones editoriales, fue el contacto con y entre la gente.
Hacía tiempo que en Caracas no se vivía un ambiente como el que se experimentó en la Plaza Altamira. Allí, durante 10 días, desde la mañana hasta la noche, paseó por ella todo tipo de público, volviendo a ser lugar de encuentro, distensión y posibilidades de crecimiento cultural.
No vale comentar los precios de los libros, las importantes ausencias o la calidad de las presencias, eso lo podemos dejar para otra oportunidad, lo importante para esta crónica es rubricar la necesidad de revitalizar culturalmente los espacios urbanos y la demostración que en Caracas existe una urgente necesidad de esparcimiento para el habitante citadino.
Ana María Hernández, periodista de El Universal, resume en una entrevista realizada al gran poeta nacional, Rafael Cadenas, el sentido profundo del poder de la palabra y la fuerza de la escritura.
“-¿Cree que en realidad hay algo que celebrar a propósito del Día del Libro y del Idioma?
-Todos los días debería celebrarse el idioma, pues no podemos vivir sin él y también el buen libro, que es su mejor expresión. Pero ¿quién se preocupa por hablar correctamente o leer? Una minoría que iniciativas como el Festival de la Lectura puede aumentar. También las ferias de libros contribuyen y sería un gran paso si la radio y la televisión se incorporaran a la promoción del leer, la vía principal hacia el enriquecimiento mejor, el de la cultura.
-Escuchamos en la actualidad mucho discurso, mucha realidad construida sobre la base del poder que se le otorga a las palabras, especialmente lo político. ¿Cómo desmontar una realidad hecha así, de palabras? ¿con la palabra misma?
-Sí, como lo dices, con la palabra desenmascaradora que deje al desnudo todo ese lenguaje engañoso de los odiadores. La palabra tiene un doble filo, uno está al servicio de lo humano, otro puede ser utilizado por la barbarie de cualquier signo. De ahí que sea tan importante el conocer nuestro idioma. Es lo que nos permite detectar lo falso en lo que se dice o se es- cribe.
-Ante las trabas de importación de libros que padece Venezuela, ¿qué libros quisiera usted leer y no consigue porque no los importan?
-No puedo mencionarte títulos, pero sí debo decirte que son pocos los que llegan y esos pocos cada vez son más caros. Están sobre todo al alcance de la gente del poder y no creo que lean mucho. Su tiempo lo usan en otras actividades, como por ejemplo salvar el mundo”
Celebramos la iniciativa y la inspiradora influencia de la cultura catalana en nuestro país. Es ese fluir creativo lo que alimenta y potencia las nacionalidades.
Apostamos a muchos más Festivales de la Lectura, a celebraciones del día del idioma y de la palabra, tan importantes hoy cuando estamos viviendo y sufriendo su desvalorización.
Queremos ver más festivales donde se pueda celebrar la creatividad y el placer de leer. Sobre todo en espacios ubicados en territorios difíciles, agrestes, y no sólo metropolitanos sino en las regiones.
Pero este, fue oportuno y sensacional.
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