Nicolás Molina es
mi nieto. Tiene autismo. A los 16 años ya terminó su escolaridad en Sepia y
actualmente sigue su formación en ASODECO*.
Ya va por su
segundo año y son fácilmente reconocibles los adelantos alcanzados.
Monica Spear
además de haber sido Miss Venezuela y
actriz era sobre todo y como ella misma se definía, la Embajadora de
ASODECO.
Su colaboración
en los talleres y eventos, su
participación activa en la promoción institucional , apoyo en campañas de
sensibilización y búsqueda pro fondos, marcaron su exitosa gestión en el apoyo a la institución y sus
estudiantes.
Los alumnos la
adoraban y los maestros y especialistas veían en ella una inigualable vía de
vinculación con diferentes comunidades.
Además de la
estimulante conexión que
establecía con aquellos
para quienes la comunicación es una de sus graves dificultades, Mónica, gracias a su paciencia y
cariño, lograba que los jovenes alcanzaran notables avances.
El pasado mes de
agosto, Mónica fue nominada como mejor actriz en los Premios Telemundo, en
Miami.
Ella aceptó tal
postulación con una condición: que la acompañara en el acto de premiación un
joven con autismo. Entonces, seleccionó a Nicolás como su acompañante para compartir la pasarela, las
fotografias y las entrevistas con la prensa.
Con su respetuosa
sensibilidad Mónica logró un espacio importante frente al público promoviendo
junto con Nicolás, la deseable integración de jovenes con autismo en los
grandes eventos de los medios.
De su mano Nico
sonrió, compartió las pantallas, asombrosamente habló con los
entrevistadores, desfiló por la
alfombra roja, en este caso azul, aplaudió y disfrutó del espectáculo sentado
en las primeras filas del público. En todo momento confiado en la mano de
Mónica quién no lo dejó solo ni un momento.
Nicolás, de
vuelta a Caracas y ya en su instituto, sonreía ante los recuerdos compartidos
durante ese inolvidable evento en el cual participó gracias a la iniciativa de
Mónica Spear.
A Mónica la asesinaron el pasado 6 de
enero.
La noticia de
su muerte y la de su pareja Thomas
Henry Berry, a causa de la desbandada criminalidad que asalta en cada sendero,
calle, via…esquina de Venezuela, ha dado la vuelta al mundo**.
Mucho se ha
escrito y se han elaborado indispensables reflexiones y denuncias. Casi todas
comparten cuan profunda es la herida cavada en nuestro mapa por la avanzada
criminal. Casi todas destacan la desazón,
la desesperanza que vivimos los venezolanos ante la impericia de un
regimen incapaz de darle a los ciudadanos la seguridad, la paz, la estabilidad
que se merecen y que es gestión de su exclusiva responsabilidad y que después
de tres lustros ha desmostrado ser incapaz de alcanzarla.
Se trata de
fortalecer las instituciones, cumplir con la Constitución de la República,
hacer justicia con transparencia y apegada a las leyes, de no permitir la
impunidad, de educar en los valores, de difundir un discurso de respeto, un
ejemplo de honradez y apego al bien.
Quienes tienen más
de 15 años gobernando a Venezuela,
son todos y cada uno responsables de estos asesinatos, porque no enfrentan la problemática,
la evaden irresponsablemente,
mienten, dejando que la sangre corra.
Las muertes no
solo están en las estadísticas, son números, es cierto pero en cada uno de
ellos hay un ser humano, un familiar querido, un padre irremplazable o el vacío
de una madre.
Cada vez es más profunda la brecha, no
solo entre los ricos y los pobres, sino entre los “enchufados” en el gobierno y
los venezolanos de a pie. Entre quienes andan con escoltas armados hasta los
dientes, y ocupando largas caravanas de automoviles blindados con un altísimo
costo y quienes no pueden salir a la calle por miedo a no llegar a sus destinos.
Seguramente se
llenaran los medios con sus anuncios de haber aprehendido a los culpables, los
torturaran, los castigaran encerraran en carceles desasistidos de condiciones
humanas y, en pocos años estarán de nuevo libres, eso sí más adistrados en el
mal de la violencia que cuando entraron a los penales.
En está situación
todos son asesinos, tanto los criminales en las calles como los responsables
desde las oficinas del gobierno,
unos asesinan personas, los otros asesinan esperanzas.
¿Como explicarle
a Nicolás que más nunca volverá a compartir con su amiga Mónica?
*Asodeco es una
Asociación Civil sin fines de lucro. Tiene como propósito fundamental, la
búsqueda constante del mejoramiento de la calidad de vida de las personas con
discapacidad, a través de la integración laboral como medio de dignificación y
crecimiento del ser humano.
** El Observatorio Venezolano de Violencia (OVV)
sostuvo en su informe de fin de 2013 que la tasa de homicidios había subido
hasta 79 casos anuales cada 100.000 habitantes, lo que ubicaría a Venezuela
como el segundo país sin guerra más peligroso del mundo, solamente superado por
Honduras.
Publicado en @CodigoVenezuela y en @LaVanguardia
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