martes, 5 de agosto de 2008

5/8

Por mi raza habla. María Teresa Hincapie.



Le faltaba un día para dejar la casa donde había vivido tanto tiempo. Gran parte de sus cosas estaban empacadas. Las paredes vacías y las maletas en la puerta. Sabia que se le quedaba algo pero no daba con ello. De pronto tuvo una intuición, volteo la mirada y se vio en el espejo, allí estaba.



Se habían citado en el café de moda, para conversar y ponerse al día. Hacía mucho que no se reunían. Llego temprano, se sentó a esperarla. Dejo que pasara el tiempo pero nunca vino. Unas mesas atrás está una mujer extrañando la ausencia de su amiga.


Tenía tiempo buscando un vestido para esa fiesta tan especial. Era una gran oportunidad para lucir espectacular y promoverse para el puesto que tanto ambicionaba. Se paseo por colores y diseños hasta que encontró el que quería. Se lo puso y se dio cuenta que le quedaba grande.

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy buenos