lunes, 19 de julio de 2010
FANTASMAS PRECURSORES, Fernando Yurman
FANTASMAS PRECURSORES. La función histórica del trauma. DEBATE, Colección Actualidad. Grupo Editorial Random House Mondadori S. A. Caracas, Venezuela, 2010
Fernando Yurman: Nació en Argentina, vive y trabaja en Venezuela desde hace más de 30 años. Es psicoanalista, con practica clínica y docente. Es escritor y ensayista con publicaciones en medios nacionales y extranjeros. Entre sus principales títulos, Metapsicología de la sublimación (1992);Lo mudo y lo callado (2000); Psicoanálisis y creación (2002);La temporalidad y el duelo(2003); Sigmund Freud (2005); Crónica del anhelo (2005); La identidad suspendida (2008); La Pesquisa final (2008).
Devoto cinéfilo y apasionado lector, especialista en J.L. Borges.
P-¿Por qué aquí y ahora este libro?
R – Creo que el tema concierne a muchos interrogantes sobre el peso del pasado en la actualidad venezolana. La dimensión traumática da cuenta de los aspectos no historizados de la historia, aquello que podría ilustrar motivaciones oscuras, poco entendibles. Por otro lado, la historia de los sefardíes y su posible incidencia en el tema independentista aportan cierta pluralidad. El maniqueísmo y la rigidez política afectan también la visión histórica, y desagregar esa perspectiva unilateral siempre es provechoso.
P-La experiencia de haber sobrevivido a un hecho traumático, ¿puede ser superada de manera saludable?
R- Si claro que eso es posible, a eso apuntan los tratamientos clínicos. En muchos casos enriquece, una vez elaborado el trauma, la perspectiva vital.
P-Es posible extrapolar características, impacto y/o superación del trauma del colectivo al ámbito de lo individual?
R- No todo puede ser extrapolado, ya que la dimensión individual incluye proyectos, fines y vínculos que nos son los mismos que los de la escala colectiva, pero algunas estructuras o funciones del duelo si pueden usarse para entender fenómenos de ese orden.
P-¿El sentimiento de culpa, amenaza o condiciona a quien lo siente?
R- Si, amenaza y condiciona a quien lo siente, y tiene efectos a veces dañinos, pero también es un factor organizativo. Parte de las funciones normativas psíquicas derivan del sentimiento de culpa, parte de la ética se sostiene también en la culpa. Lo problemático es la intensidad y expresión de la culpa, que puede dar lugar a inhibiciones, pero también a actitudes reparatorias y constructivas.
P- Si los efectos de un trauma colectivo exceden generaciones. ¿Puede su interpretación histórica ayudar a superarlos?
R – Si , creo que si, que en parte las interpretaciones históricas están destinadas a elaborar los enigmas traumáticos de cada cultura
P-¿Cuánto tiempo toma reconfigurar esa memoria e historiografiarla?
R- No tengo la menor idea, pero debe ser cambiante porque todo indica que el pasado, la historia, el sentido de la historia, cambia históricamente y también culturalmente.
P-¿Tendrá el perdón algún efecto sobre el trauma?
R- Es una buena pregunta, pero supongo que se refiere a traumas específicos. Quizás forme parte del olvido o de la disolución traumática, que a veces implica no tanto el perdón al otro sino el perdón a si mismo, la relativización del suceso, de la responsabilidad o el reproche, etc.
P- ¿Es el Trauma algo insuperable, no importa cuantas post generaciones existan?
R- Es superable, porque mientras se traslada generacionalmente se transforma, toma nuevas figuras y probablemente en esa transformación hay una superación. Posiblemente su tiempo no es el del calendario, sino el del psiquismo donde muchas escenas retornan hasta modificarse.
P- ¿La comprensión del pasado está vinculada a la memoria? ¿Individual o colectiva?
R- Si, está directamente vinculada a la memoria, porque la memoria es el pasado organizado con un sentido. Un pasado sin memoria no tendría significado. Y esa memoria es individual y colectiva, porque existe en un sujeto en interacción. Así como el habla es individual y colectiva, la memoria se ordena sobre formas y valores compartidos, aunque su ejercicio sea individual.
P-¿Se comparten, no los recuerdos sino el cómo estos han sido organizados?
R- Si, se comparte su organización y referencias, y el más particular de los recuerdos adquiere sentido sobre referencias que incluyen a los otros. Las experiencias místicas más inefables son recordadas por los místicos sobre referencias compartidas, sino no podrían ser entendidas por el propio sujeto que la ha vivido porque la capta con una batería de lenguaje compartida. Aún con toda la singularidad, los versos de San Juan de La Cruz “Los ríos sonorosos”, etc. , apelan a lo compartido que le permite captar su experiencia absolutamente particular.
P-¿Cuáles son los factores más importantes que influyen en la organización de los recuerdos?
R -La estructura de la personalidad, y junto a ella los sistemas de creencias, ideologías, religiones, etc. El primero genera mecanismos psíquicos distintos que le dan diferente sentido a lo vivido, lo otro se acopla. Hay culturas mas presentistas o melancólicas, y hay muchos factores sociales, pero parece la personalidad lo que determina fundamentalmente la memoria
P-¿Existe una historia no subjetiva?
R- Algunos historiadores pretenden que si, pero todo indica que, como dijo alguien, no hay historias sino historiadores. Una historia ya es un ordenamiento subjetivo del tiempo, cargado de referencias valorativas inevitables y cambiantes en el tiempo, con diferencias retóricas y conceptuales sobre los acontecimientos. Eso que la diferencia de un análisis de las capas geológicas u otros procesos físicos naturales (aquello que el materialismo dialéctico e histórico quería fundir con sus mitos cientificistas).
P-¿Esa capacidad de acumular y leer la memoria, varía a lo largo de la vida de un individuo, de una persona a otra, de un tiempo a otro, de un grupo a otro?
R – Creo que si, que cambia muchísimo, hay pueblos que casi no tienen historia y ejercitan una memoria operativa, dejando el resto a cargo del mito. Otros la revisan constantemente. También varia en las personas y en las edades, la gente mayor tiende a fusionar su propia memoria con la historia contemporánea, simboliza los sucesos porque tiene más distancia. Actualmente hay una cultura más ligada a la extensión que a la intensidad, y la memoria pierde peso como valor cultural.
P-¿Son los traumas inevitables?
R- Si, creo que son inevitables, son las marcas que nos configuran. Así como hay una alienación destructiva, que enajena y despoja, y otra que es inevitable en la condición humana porque fija a un sujeto, así el trauma tiene una función ordenadora del psiquismo.
P-Lo que es un trauma para unos , significa triunfo para otros?
R- Si, eso es posible aunque no necesario, ya que el trauma es particular, y su sentido para los otros es impredecible.
P-¿Cuáles serían nuestras formas inconscientes fantasmagóricas?
R- Eso no puede definirse porque no son formas fijas, excepto en algunas teorías como las de Jung o Melanie Klein. Para el psicoanálisis freudiano se configura en cada sujeto.
P-¿Son necesarios los procesos de duelo?¿Cambian de época a época? ¿Grupo a grupo? ¿Se comparten?
R – Si siempre habrá duelo, despedida, perdida, porque es una función estructural de la condición humana, pero esa función cambia culturalmente. La antropología y los estudios culturales muestran como cambia la manifestación y valoración de lo perdido.
P-Cual es el papel de la reconstrucción semántica, terapéutica o reelaboración artística en la vida de una comunidad? ¿Y en la del individuo?
R – Creo que la función del arte en la cultura es la de darle una segunda oportunidad a la realidad, rebasarla por la ilusión.
P- ¿ Actualmente estamos viviendo en Venezuela una trauma colectivo?
R – Es difícil definirlo de manera taxativa, sobre todo por las muchas simplificaciones que se han hecho al respecto y el discurso ideológico polarizado que rodea todo, pero sin duda las relaciones fundamentales con el “Otro” están siendo dislocadas con efectos imprevisibles : perdida de sistemas normativos, desvalorización de la vida, trastornos en las creencias y percepciones, y dejaran secuelas mayores que las que mide la economía o la política.
P-Hablando de los “Clásicos” como referentes universales de la memoria social, ¿Cuáles serían los “Clásicos” venezolanos?
R- Creo que hay algunos que siempre vuelven : Reverón, Uslar Pietri y su “siembra del petróleo”, “El gendarme necesario”, “La Venezuela heroica”, son lugares por donde siempre se vuelve a pasar ¿no?
P-¿Cuáles nuestros “crímenes clásicos”?
R- Hoy por hoy, parece el secuestro, el “express” de nuestra calles, y el paulatino que se ejerce sobre las instituciones y la ciudadanía mediante la política degradada paso a paso por la farsa y la simulación sistemática.
P-Con el tiempo y la función de la memoria cambian las interpretaciones históricas . ¿Dónde entonces está la verdad?
R- La verdad es un anhelo religioso, metafísico, no científico, ya que la ciencia busca el conocimiento, que es provisorio, no la verdad. Como la historia es tendenciosa, y la interpretación de la memoria también, “la verdad” allí nunca será conocimiento sino un valor, la justicia, la gloria, la bondad, etc.
P-¿Se puede afirmar que a mayor velocidad en la comunicación, menor memoria ?
R-No se, pero parece una buena idea.
P-En la Pg 73. Señalas: “El enjuiciamiento de los victimarios, en los crímenes colectivos, no devuelve lo perdido, no compensa lo dañado , ni repara cabalmente, pero tiene un insoslayable nivel simbólico. El proceso jurídico cumple un valor relevante como configuración normativa para la sociedad, que repone así su sentido regulador en los vínculos intersubjetivos”. Hoy en Venezuela, ante la debilidad de nuestro sistema judicial ¿Podemos iniciar, cuanto antes, un proceso para adelantarnos y evitar sus consecuencias traumatizantes?¿O debemos esperar tener las memorias de la impunidad?
R- No, no habría que esperar la impunidad. Afirmar los valores aunque no se cumplan, dictar las sanciones, aunque no se efectivicen, preservan sentidos para cualquier sociedad.
P-Si las experiencias traumáticas, colectivas o individuales, son “embolsadas”, no tratadas , su impacto es mayor, ¿llegaremos a necesitar los venezolanos, tratamientos terapéuticos colectivos para superarlas?...¿Es que existen algunos?
R -Desconozco que existan esos tratamientos, pero la experiencia cívica constructiva tiene a veces funciones terapéuticas, también la creación cultural.
P-¿ Nos ayudará nuestro “tempo caribeño” a olvidar más rápido el trauma?
R- Ojala que si, esperemos que si-
P-Si los traumas, individuales o colectivos, marcan y dejan huella, no lo hacen también las situaciones o vivencias no traumáticas, placenteras? ¿Es el impacto traumático más fuerte que el no traumático?
R- Para Freud la experiencia placentera deriva de una primer experiencia de satisfacción que es irrepetible, y por eso se renueva. Podría asimilarse a un rasgo traumático temprano por su función. Lo que no hay duda es que la experiencia placentera es terapéutica y correctora, porque el principio de placer está vinculado al principio de realidad, y ello corrige la dimensión desbordada del trauma.
P-Comentaste que los resultados de la venta de este libro serían donados al Centro de Estudios Sefardíes de Caracas. ¿Qué actividades realizan?
R – Se los he donado porque me permitieron su biblioteca y documentos, a pesar de no ser yo sefardí y fueron muy generosos a pesar de las diferencias. Ellos se dedican a preservar su memoria, tienen también una identidad religiosa, y mantienen un museo ( ahora lo gerencia Federica Palomero) y tratan de difundir aspectos artísticos o culturales cercanos a su tradición (poesía, música, historias, etc) También tienen una cátedra de judaismo en la Universidad Católica, mantienen el Cementerio judío de Coro, que es muy antiguo,etc.
Y, para concluir, volvemos a la pregunta inicial,
P-¿Buscas con esta obra historizar para comprender el trauma venezolano actual?
R- Si, creo que hay algo de eso, pero también el convencimiento, más allá de Venezuela, de que la Historia ha resultado, como muestra la historia, una ficción, un tipo de mito de gran movilidad, y en cambio el trauma una explicación plausible, sin grandes horizontes ideológicos, pero con una material verificación de la condición humana.
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