jueves, 3 de marzo de 2011
El debe y el haber de una nación
(M.L.)
Hace pocas semanas, cuando aún despertaba el 2011, y no se imagina todavía con cuanta fuerza lo haría, leí en el diario español El País, la columna de Soledad Gallegos-Díaz ‘Punto de Observación’, que hoy adquiere mucha fuerza.
Ella trata el asunto de las empresas y los especialistas que se dedican a comprobar data, es decir al control de la certeza, la veracidad de lo escrito, lo dicho discurseado o prometido por importantes líderes políticos y/o empresariales.
Con el recuerdo de la sesión del informe de gestión del Presidente y la vivencia cercana de las ‘dramatizadas ‘ cuentas de sus Ministros, es inevitable trasladar a Venezuela la pertinencia del tema.
Días antes de la sesión del Presidente en la AN, y hasta durante la misma, a través de Internet, de los correos electrónicos y las redes sociales, circularon listas largas con datos y cifras, que fundamentaban interrogantes que la nación planteaba acerca de las promesas hechas desde Miraflores, de los anuncios emotivos de los compromisos asumidos por parte del ejecutivo, o de los regalos y los negocios llevados a cabo allende las fronteras.
Esos mini balances llegaron a conformar, lo que Alberto Barrera Tyszka bautizó, en un hashtag de Twitter, #nuestramemoriaycuenta
Lamentablemente esas largas listas no tuvieron respuestas. Ni antes, ni ahora.
Gallegos-Díaz menciona la existencia de algunas web que se ocupan de chequear, entre otras, la coherencia y la veracidad de las declaraciones de los miembros del Congreso de los Estados Unidos y de la Casa Blanca: http://politifact.com y otra www.factcheck.org
Pensando más allá de la coyuntura, se me ocurre que para las ya cansadas empresas encuestadoras del país, esta causa sería una oportunidad para cambiar de ramo y cumplir una función mucho más importante que la de jugar a los acertijos.
Les auguro, al menos, mucho más trabajo.
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