miércoles, 28 de marzo de 2012

CUANDO LA MUERTE AVASALLA, LA EDUCACIÓN ES LA ESPERANZA


“Hay enfermedades que alarman al primer síntoma. Otras avanzan sigilosamente y solo se les presta atención cuando ya no hay remedio; de este último tipo es la educación de mala calidad que va minando la sociedad, hasta que a mediano plazo aparece la tragedia irremediable”, escribió el Padre Luis Ugalde S.J. en su articulo “Educación para transformar”.

Es imposible pasar ileso ante la muerte.

La muerte es un destino cierto.

Todos moriremos.

Pero sus causas pueden ayudar a mitigar el dolor de la pérdida de una vida.

Existen muertes que ni la medicina puede superar. Estas, siempre inesperadas, no las podemos evadir .

Pero hay otras muertes . Las que sí se han podido evitar.

Las muertes públicas, los asesinatos. Las producidas por la perversidad del sistema social. Por la ineptitud irresponsable del equipo que nos gobierna, culpable por su corrupta permeabilidad y su ineficaz justicia. Culpable por desatender los deberes constitucionales de seguridad, educación, cultura, salud, entre otros.

La misión del Estado es proteger vidas y atenderlas para que cuando llegue la hora de la muerte, esta sea lo menos traumática posible.

Desde hace más de una década en Venezuela la muerte irrumpe, sin causa y sin razón solo por la voluntad de unos seres sin valores, sin escrúpulos y además amparados por un sistema que ubica en minusvalía la vida.

Porque esto es parte del problema que vivimos, del terrorismo que sufrimos, es la guerra que enfrentamos.

En Venezuela la vida no vale nada. Estamos sometidos a la ruleta rusa por la violencia pública o por la carencia de asistencia a nuestra salud. Por otra parte, los venezolanos sabemos que una vida vale más que otra, eso lo afirma y cumple nada menos que nuestro Presidente, que sale del país buscando salvar la suya .

A grandes males, grandes remedios.

“En consecuencia, necesitamos crear una nueva conciencia nacional educativa para dar un salto que cambie las inercias del pasado y la realidad, encaminándonos a una educación de calidad”, concluye el Padre Ugalde.

La educación es la mejor propuesta al futuro contra la violencia, la inseguridad y la impunidad.

La educación es el gran remedio para ese gran mal que estamos viviendo. Puede sonar utópico o a muy largo plazo, pero no es así, ‘hay un camino’ por donde iniciarlo y hay un como hacerlo.



Ya existen grupos trabajando , hay especialistas construyendo ese camino y hay venezolanos colaborando. Votemos por ello.

No hay comentarios: