miércoles, 20 de junio de 2012

SIMIOS Y GOBERNANTES La naturaleza del liderazgo político



Acceder al poder.  Tener poder.  Mantener el poder. Poder para hacer lo que se desea y hacer que otros hagan lo que uno quiere, parece ser una característica común entre los seres humanos.
El poder seduce, encanta,  se defiende y se trata de mantener. Es tan común su presencia como muchos los siglos que han transcurrido desde sus primeros estudios y  publicaciones acerca de sus orígenes y  características .
Entre ellos está el de un psiquiatra norteamericano, Arnold M. Ludwig , “The King of the Mountain” quien estudió , durante 18 años , la naturaleza del liderazgo político.*
Para ello  investigó a gobernantes del s. XX  y sus relaciones con los gobernados. 
Ludwig se interesa más en la naturaleza de las relaciones humanas,  que en las formas de gobierno y su funcionamiento.
Define, desde las primeras páginas, lo particular de su hipótesis: reconoce la influencia del componente biológico en el comportamiento de estos líderes. A partir de ahí, analiza sus vidas, compara sus personalidades, sus carreras profesionales y salud mental .
El  hecho de pertenecer al reino animal, a la clase mamíferos, al orden primates, a la familia de homínidos y  la especie sapiens, hace que el homo sapiens comparta ciertas características conductuales con otros primates y por lo tanto es factible que  en ocasiones, el comportamiento  humano sea similar al de  los simios.
Arnold Ludwig, en su acucioso estudio de los líderes políticos del mundo ,  identifica correlaciones  que apuntan a la presencia de características conductuales coincidentes entre ellos y, entre ellos y los primates.
Trabaja con un listado de 1.941 mandatarios, de 199 países.
Sobre  377 de ellos encontró extensa información biográfica lo cual le permitió elaborar  sus conclusiones.
Es curioso que las dos más altas frecuencias en cuanto a su ubicación regional, están en  Europa con el  29% y America Latina y el Caribe con el 12,9%.  De Venezuela incluye a  Gómez, Castro, Pérez Jiménez, y Betancourt.
A lo largo de los capítulos se cruzan las comparaciones entre el ‘hombre gobernante’ con las de sus familiares primates, los orangutanes, gorilas , monos,  en cuanto al ejercicio del liderazgo y del poder grupal.
Elabora un marco clasificatorio de los gobernantes de acuerdo al  tipo de personalidad, historia familiar, forma de ejercer el poder político y el ejercicio del dominio sobre los demás.
Así,  diseña un cuadro comparativo que los ordena en: monarcas , tiranos , autoritarios , visionarios , transicionales  y  demócratas.
En la columna de los Tiranos, enumera algunas de sus características: la autoridad del mandatario está sustentada en el soporte de los militares; los decretos y edictos son implementados por la fuerza ; frecuentes demostraciones de crueldad, injusticias y corrupción ; gobierna sin una base ideológica.
Además enumera algunas señas particulares de su sistema de gobierno: las palabras no siempre significan lo que expresan; la Constitución son solo palabras escritas en unas hojas de papel; lo malo puede ser bueno y lo bueno puede ser malo ; los mandatarios ‘legales’ no son siempre los mandatarios verdaderos ; en todas las reglas hay excepciones y todas las excepciones poseen sus reglas.
Reconoce que el poder político  es un espacio eminentemente masculino, y los ejemplares que lo detentan tienden  a desconfiar de todos, a sentirse perseguidos, amenazados y expuestos a la muerte.
Según sus investigaciones  la presencia de mujeres como líderes del poder político ocupa el 1.4% de los casos estudiados y  su legitimidad al acceso del liderazgo político ha estado  sustentada en el ser  ‘hija de’, o ‘esposa de’, o ‘viuda de’.
Lástima que Ludwig solo llevó sus datos hasta el año 2000. Si hubiese tenido mejor sentido de la oportunidad o instinto ”político”,  lo hubiese extendido un poco más, encontrándose con un “bocatto di cardinale” venezolano.
A pesar que sus suposiciones son un tanto arriesgadas y  a veces especulativas, aporta aciertos que sustenta al final del libro, en apéndices y ricas notas con correlaciones,  frecuencias estadísticas, bases de datos y soportes documentales.
Las razones del porqué comparto su lectura, son obvias. Cualquier parecido con nuestra realidad no es pura coincidencia.
* “King of the Mountain” Arnold M. Ludwig. The University Press of Kentucky.2002

No hay comentarios: