domingo, 21 de abril de 2013

A Venezuela se le cae la máscara de la democracia


El oficalismo incrementa y radicaliza su violencia hacia los opositores


La situación política en Venezuela se deteriora aceleradamente. El sistema adquiere un claro perfil dictatorial y se arranca el ropaje de democracia que venía usando. “Vienen días difíciles porque la represión es evidente y es la orden del gobierno”, escribe Luis Homes en opiniónynoticias.com

El nombramiento del presidente adelantado cuatro días; la prohibición de manifestaciones públicas; los arrestos; el veto a los parlamentarios de la oposición impuesto por el presidente de la Asamblea Nacional, D. Cabello; la destitución de los jefes de comisiones que pertenecen a la oposición: los diputados Dinorah Figuera, Nora Bracho, William Dávila y Miguel Angel Rodríguez; y la detención de 535 personas en todo el país son demostraciones claras del incremento y radicalización de la violencia dirigida por el oficialismo.

Además, está el nombramiento del hermano del yerno de Chávez a la cabeza del canal de televisión del Estado, el dominio del capital oficialista sobre el único canal, Globovisión, que difundía noticias de los avatares contra la oposición y la voz de sus líderes hace que sean las redes sociales la vía más ágil y accesible de comunicación.

El lenguaje de Maduro, amenazante y agresivo, llamando a la violencia, es totalmente opuesto al de Capriles quien reiteradamente llama a la sensatez y a la paz.

En la cadena nacional de radio y televisión, el presidente exasperado afirmó: “Estoy dispuesto a radicalizar esta revolución y cuento con la ayuda del pueblo y de una Fuerza Armada”. Negándose a reconocer a Henrique Capriles como gobernador de Miranda, cargo que ganó en las elecciones del pasado 16 de diciembre, y anuncia acciones legales en su contra.

En dos días, como escribió el historiador y activo tuitero Elías Pino Iturrieta, se puso en evidencia las diferentes formas de hacer política: “Está ocurriendo una tragedia en todo el país. Personas detenidas injustamente, heridas, quemadas sus propiedades, sólo por ser opositoras”, escribe Rocío San Miguel en su cuenta de Twitter.

La negación del Gobierno a la realización de la auditoría exigida por Capriles para contar voto a voto a fin de legitimar los resultados está sostenida por el trabajo de cinco ONG nacionales observadoras del proceso. La más importante entre ellas, la Red de Observación Electoral de la Asamblea de Educación, cuyo equipo, a pesar de haber sufrido un violento asalto en su sede justo la tarde del domingo 14, presentó 24 horas después de las elecciones, un extenso reporte. Éste está sustentado no sólo con fotografías, sino con números que señalan con detalles, las faltas cometidas por el oficialismo, las cuales no dejan duda para rechazar los resultados emitidos por el Consejo Nacional Electoral.

Con una larga y respetada trayectoria, esta ONG ha participado desde 2006, en diez procesos electorales. En esta ocasión extendieron su trabajo incluyendo la supervisión de la actuación de abuso de los recursos públicos por parte de las fuerzas oficialistas, en el período preelectoral.

En el documento donde declara su posición conclusiva se puede leer: “La Red de Observación Electoral de la Asamblea de Educación ha participado expresa su decisión de no avalar el proceso de la elección presidencial 2013. Esta es una decisión que adoptamos compelidos por la existencia de irregularidades y actos de coacción y violencia, debidamente sustanciados en un anexo que acompaña a esta declaración, que podrían comprometer la integridad del proceso electoral y conducir potencialmente a una alteración de los resultados de la elección anunciados al país por el CNE. Despejar con absoluta claridad las reservas de la ciudadanía sobre el proceso electoral es indispensable para garantizar la paz nacional y consolidar la confianza en la transparencia de las elecciones. Estimamos que los poderes públicos, y en especial el CNE, deberían ser los primeros interesados en despejar cualquier duda al respecto”.

Su coordinador, José Domingo Mujica, declaró al periodista de El Universal, Gustavo Méndez: “Podemos clasificar las violaciones al reglamento electoral en cuatro categorías, siendo las tres primeras las que mayor violaciones exhiben: vallas publicitarias y actos proselitistas en instituciones públicas; uso de vehículos públicos para distribución de material electoral o para el transporte de partidarios a las actividades proselitistas; participación de funcionarios públicos, identificados como tales, en actividades de campaña y, finalmente, participación de miembros de las fuerzas armadas y de seguridad en actos de proselitismo político. Un alto porcentaje de votos asistidos, eliminación de los barandillas protectoras de la intimidad del acto de votar violencia de colectivos chavistas, propaganda del candidato oficial, prohibición para que los ciudadanos presenciaran el cierre de las mesas y abuso de poder de los efectivos del Plan República. 

Las situaciones irregulares observadas, en su mayoría impidieron el acceso a los centros para realizar la verificación ciudadana. En ellas se describen hechos de violencia, intimidación y desconocimiento de nuestros representantes debidamente acreditados como observadores por el Consejo Nacional Electoral. Es importante resaltar que se registraron denuncias de casos extremos de violencia que impidieron las labores de observación y en algunos casos que se continuase con el proceso electoral en alrededor del 6% de las mesas auditadas”.
La tensión en el país se agudiza con el anuncio de la intención de Maduro de arrestar a Henrique Capriles y Leopoldo López.

Eugenio Martínez, periodista de El Universal especializado en cobertura electoral ha venido reportando cifras que contribuyen a fundamentar la necesidad de la auditoría ante la cantidad de violaciones que sumaron para dar los números vencedores a Maduro sobre Capriles: “Maduro perdió la votación en 4.119 mesas que el 7 de octubre apoyaron la reelección de Chávez. Si Maduro ganó en 5.311 mesas de votación más que Capriles, ¿cómo se explica que la diferencia apenas sea de 1,8 puntos entre ambos?”

A pesar de que los números de los votos en el exterior favorecen mayoritariamente al candidato Capriles sobre Maduro, la posición de los gobiernos internacionales frente a este proceso está claramente dividida y regida mayormente por los intereses económicos de los países, más que por la defensa de la democracia y de la legitimidad del régimen. Entre los casos más impactantes están la aprobación de España y el rechazo de los Estados Unidos. Sin embargo, El Príncipe de Asturias no asistirá a la toma de posesión de Nicolás Maduro.

Al concluir estas líneas, se anunciaba la decesión del Tribunal Supremo de Justicia de no autorizar las auditorías de los votos. Ya se cae la máscara de la democracia y el Gobierno se instala como régimen dictatorial. Otra lucha se inicia.

Publicado en La Vanguardia. es y en @CodigoVenezuela


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