viernes, 12 de septiembre de 2008

12/9




Deje que pasaran muchos sueños
Y otros
Y otros
Hasta que estuvieron maduros y se cayeron por su propio peso


Le decían que había que vivir para ver. Ya tenía tiempo viendo como vivir


Pequeña, le era fácil cantar mientras saltaba la cuerda. El tiempo pasó, saltar no era cantar y la cuerda estaba por reventar.


Mire a un lado y a otro, la sala estaba vacía.
La función había terminado. Era ya tiempo de cruzar sola la calle


Poso una mano sobre la otra.
Se dio cuenta que se había quedado con las dos


Piso la esquina y se cayó. Todos rieron, el murió

1 comentario:

Anónimo dijo...

que buenos!