Deje que pasaran muchos sueños
Y otros
Y otros
Hasta que estuvieron maduros y se cayeron por su propio peso
Le decían que había que vivir para ver. Ya tenía tiempo viendo como vivir
Pequeña, le era fácil cantar mientras saltaba la cuerda. El tiempo pasó, saltar no era cantar y la cuerda estaba por reventar.
Mire a un lado y a otro, la sala estaba vacía.
La función había terminado. Era ya tiempo de cruzar sola la calle
Poso una mano sobre la otra.
Se dio cuenta que se había quedado con las dos
Piso la esquina y se cayó. Todos rieron, el murió
1 comentario:
que buenos!
Publicar un comentario