miércoles, 16 de marzo de 2011

Carta a Rafael Castro Guaita


Fachada Casa Alejo Zuloaga, San Joaquín.Edo. Carabobo.Venezuela



Querido colega.

Recién recibo la noticia que culminas tu trayecto como Director de la Casa Alejo Zuloaga, en San Joaquín.

Tu carta se alumbra en mi pantalla justo cuando estoy tratando de escribir acerca de la pérdida de talentos en nuestro país.

Como dijo Jung, no hay casualidades sino causalidades. Tu anuncio hará que postponga el tema.

Me encuentro ahora frente a un talento de carne y hueso, que se despide de su trabajo.

Pero en tu caso, ese adiós no es abandono, es la culminación de una fructífera trayectoria profesional en la cual te dedicaste a una institución que supiste formar, fortalecer y hacer crecer.

Rafael, en casi dos décadas trabajando desde San Joaquín, consolidaste un aporte importante de Fundación Empresas Polar al país. Gracias a ese esfuerzo lograste alcanzar y cumplir el compromiso fundacional.

Con el total apoyo de la Junta Directiva y del equipo coordinador desde Caracas, supiste interpretar sus lineamientos, aportando tu liderazgo y conocimientos, en fin tu vida. Y, junto a un equipo de empleados, que ahora son sus más fieles habitantes, entre todos pusieron a latir una casa al servicio de los valores culturales y patrimoniales.

En pocas semanas culminarás tu misión. Para lograrla, superaste retos, construiste puentes, formaste mujeres y hombres, capacitaste jóvenes y niños, recuperaste talentos, conformaste una memoria.

Ahora, entiendo tu decisión de volver a los caminos del campo y del espíritu.

Rafael, no en vano has vivido y seguirás viviendo.

No en vano has creído y ahora más que nunca, continuarás creyendo.

Como dices, debemos considerarnos privilegiados quienes con nuestro trabajo desde Fundación Empresas Polar, pudimos contribuir a que otros vivan mejor y a fortalecer a nuestra Venezuela en sus haberes, su gente y su patrimonio.

Estés donde estés, tu continuarás la misión, siempre joven, siempre generoso.

Contigo Fundación Empresas Polar no solo creó y patrocinó un gran proyecto sino que te consolidó como un gran gerente cultural, promotor de sus valores, de su espíritu y de su corporación.

Colega, nunca antes esta palabra me había llenado de orgullo como ahora.

Sí, hemos tenido suerte. A lo largo de nuestras vidas hemos coincidido en varias encrucijadas. Desde aquellos años pioneros cuando fuimos fundadores de la Galería de Arte Nacional, hasta estos en Fundación Empresas Polar, donde nos tocó culminar una etapa de nuestra vida profesional. Me escribes: ”… nosotros hemos vivido en distintos tiempos y en diferentes espacios, y tu me pusiste a pensar en la CAZ, en una reunión en Clarines en el ‘92, y luego formalmente a partir de julio del ‘93, antes de esta fecha andaba entre artistas populares con el Segundo Salón, en febrero del ‘95 inauguramos la Casa y este febrero 4 del 2011, cumplimos 16 años”.

Hoy la Casa Alejo Zuloaga está registrada como patrimonio nacional y es un centro de referencia, no solo en el Estado Carabobo sino en el país, reconocida como centro indiscutible de desarrollo cultural y comunitario. Es el corazón de San Joaquín.

Colega, me alegra saber que continuarás mirando hacia el horizonte y que para alcanzarlo no te detendrás en el camino. “…creo que las grandes luchas de los hombres y mujeres a través de todos los tiempos ha estado signada por la pasión, único camino para la trascendencia”, concluyes en tu carta.

Te quiero y te admiro.

De corazón te deseo encuentres tu nueva casa.

Me despido envuelta en un tsunami. Esta vez un bello tsunami, un tsunami de esperanza y libertad.

Graciela

1 comentario:

María Antonieta Arnal Parada dijo...

Muy bonita. Ahora vendrán las nuevas generaciones... Sin duda ustedes serán una referencia para continuar tan importante labor y seguir trabajando por la cultura y el desarrollo comunitario en Venezuela.