martes, 21 de junio de 2011

¿Es o no es arte?, that is the question...


Cuando estaba por concluir mi enriquecedora sesión dominical de intercambio de notas en la prensa con mis vecinos de las redes, irrumpió en mi pantalla el mensaje de un amigo:

-¿Qué tal? ¿Leíste la columna de Mario Vargas Llosa en El Nacional de hoy?, la que ya había aparecido en El País el 5 de este mes. Tienes que decir algo, es justo tu tema. Y me enlazó con "Napoleón, artista”.

Recién habíamos comentado la columna de Milagros Socorro en El Nacional, “Pedirle silencio a Vargas Llosa”, celebrando la claridad de sus argumentos y lo iluminador de su conclusiones. Ella, una vez más, ponderada y certera, sustentó la posición de Vargas Llosa al comprometerse dando su apoyo a un candidato.

El celebrado escritor peruano, en su columna sobre Napoleón, retoma el trabajo de Jacinto Antón, corresponsal de El País en Barcelona, publicado el 27 de mayo, titulado “Expresionismo abstracto equino”, donde comenta una exposición de pinturas realizadas a manos y hocico, entre un promotor cultural y un caballo, Napoleón.

Vargas Llosa en su texto, sentencia sobre el eterno asunto de qué es o no es arte. Entre bote y bote, denigra de las artes visuales contemporáneas, de sus críticos, artistas y del dominio del mercado sobre los valores de la estética.

Es importante destacar que El País le dedica una página completa a ambos escritos.

Aparte de lo anecdótico del hecho, y la aparente displicencia en las líneas introductorias de Vargas Llosa sobre el proceso del lanzamiento de pintura sobre los lienzos, comparándolo con el trabajo de De Kooning, pasa a reseñar el impacto mediático y los altos montos alcanzado por estas obras y poco a poco se va metiendo para lo hondo…donde creo que se ahoga.

MVL concluye en serio, denigrando del trabajo de los artistas visuales contemporáneos, ubicándolos al mismo nivel valorativo, con los trazos de este equino.

¿Es o no arte?, that is the question…

“No es imposible alegar que, dado el hecho de que ya no es posible decidir en términos puramente estéticos la superioridad o inferioridad de una obra respecto a otras, pues ahora esa clasificación la decide el mercado, en cierto modo, las pinturas que produce entre bufidos y caracoleos el joven Napoleón nacen de una actitud mucho más inocente, pura e ingenua que las que resultan de la intencionalidad consciente que suele caracterizar las que alumbran los talleres de los humanos”.

El hecho de que existieran los vendedores ambulantes de pócimas milagrosas que recorrían los pueblos promocionando y vendiendo sus frascos mágicos y que unos los compraran y quizás algunos otros se curasen, no es una argumento que tumbe el mérito y el impacto positivo de la industria farmacéutica que con grandes investigaciones y costosas experimentaciones, han logrado producir medicinas que curan y mejoran la salud de la humanidad.

O de los mercaderes de espejitos que cambian por oro, haciendo fortuna con el engaño vs los dedicados comerciantes que fortalecen un honesto intercambio de manufacturas generando ganancias .

O aquellos escritores de poesía que promueven libros sin fundamento o pintores de puestas de sol que se convierten en las delicias de los marchantes y los señores que desean un adorno sobre su sofá.

Las artes visuales son otra cosa. Tras de ellas hay investigación, idea, concepto, técnica y sobre todo un qué decir, un contenido que contribuye a enriquecer el lenguaje visual. A las obras de arte las sostienen el tiempo y crecen con la historia.

Por eso, al culminar nuestro semanal pin-poneo entre líneas, terminamos cerrando la pantalla coincidiendo en por qué un Sr. tan serio y unos periódicos tan importantes se dejan seducir por una sesión de venta de espejitos o pócimas mágicas.

Con el mayor respeto a nuestro querido Nobel y con la permisividad de la horizontalidad de la comunicación en red, me permito disentir de Mario Vargas Llosa. Y recordarle que, hay caballos y hay creadores….en todas las áreas.

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