martes, 2 de diciembre de 2008

ENTREVISTA IMAGINADA



El pintor se había dedicado a regodearse con el pincel entrelazando imágenes que parecían surgir unas de otras. Animales, personajes, naturaleza, todo un mundo de figuras, convivían contorsionándose en abrazos imposibles de emular.
Cada vez que miraba el cuadro le descubría una forma nueva.
Después de pasar un rato en silencio, me atreví a preguntarle:

-¿Que pintas?

-Me gusta que se parezca a mi vida-respondió.

-¿Es un juego, sueño o… una pesadilla?-insistí

Se alejo de la obra que en ese momento trabajaba y agudizando su mirada, para ponerla en perspectiva, susurró:

-De verdad la pintura es como la vida, de lejos se ve diferente.

Sobre la tela, no faltaba el color y entre ellos, tampoco había límites claros. El rojo se transformaba en malva y este en verdes y marrones, el fondo negro facilitaba ese ambiente de enredadera visual.

-Ves-me aclaro-en la realidad los colores tienen sus perfiles nítidamente marcados, las figuras se recortan contra el paisaje. Una hoja jamás de verterá su verde en el azul del cielo. Yo, en cambio soy dueño de mi paleta. Las confundo entre si, los amarro para siempre.

Salí de su taller muy conmovida, el había estado pintando sin darse cuenta que ahora mi visión del mundo era diferente.

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